En 2017, la Segunda Edición se hizo realidad, trayendo consigo cosas nuevas que incluso actualmente son reglas obligatorias para la realización del festival. La Biblioteca Vasconcelos como una sede formal; nuestro ingreso a la Red Mexicana de Festivales Cinematográficos; El apoyo de la Filmoteca UNAM; y la inclusión de la selecciónes universitarias y oficial, fueron las bases que propiciaron a que el Cecehachero se convirtiera en lo que es hoy en día.