Escrito por: Margarita Isabel Morales Bonilla
El chocolate tiene una papel importante en nuestras vidas, generalmente, las marcas y la publicidad nos dan una perspectiva de cómo el chocolate es sinónimo de felicidad, sin embargo, lo que provoca al consumirlo tiene una parte científica y comprobable.
Son cientos de estudios sobre sus beneficios, placeres y propiedades que se han realizado, con ellos, se han reconocido químicos naturales que llegan al cerebro y liberan neurotransmisores -responsables de cómo nos sentimos y qué hacemos-, que nos producen diferentes sensaciones.
Las diversas sensaciones que nos produce al comer chocolate están ligadas a las que nos producen ir al cine para ver una película: emoción, euforia, felicidad, bienestar y en ambos casos, hasta pueden funcionar para evadir la tristeza.
Para ser más específica, se puede hablar del papel del chocolate dentro de una película y estando fuera, es decir, como consumo del público.
Si somos minuciosos y románticos podrá observarse en una película que cuando el o la protagonista están tristes, tratando de “superar su ruptura amorosa” recurren al chocolate para sentirse mejor, así como en Como agua para chocolate (1992), las protagonistas preparan mole a base de este, como testigo de sus desgracias.
Desde otra la perspectiva, cuando las personas van al cine, no todo es refresco y palomitas, pues hay una gran variedad de dulces para elegir, entre ellos las barras de chocolate.
Si ir al cine ya es de por si placentero, consumir chocolate al momento de ver una película resulta aún más -independiente del tipo de película-, ligado a esto, la endorfina está encargada de la felicidad y es responsable de que disfrutemos más de los buenos momentos, implementando así, que sea más favorecedor prestar atención, comentar y elogiar a la película por la cantidad de endorfinas que tenemos en el cuerpo, pues su consumo ya ha hecho efecto.
El placer que nos provoca el chocolate es algo similar a lo que pasa en Whiplash (2014) con la escena final de Andrew y Terence, cargada de energía y sentimiento en el que ambos logran alcanzar ese placer tan esperado uno del otro, que por supuesto, también le transmiten al público.
En ambos casos se trata de acciones entretenidas que se pueden disfrutar juntas, ahora que ya sabes lo que puede provocar el cine y el chocolate, ¿cuál película tienes en la lista?