EL HOYO Y LA NATURALEZA HUMANA

Jose Luis Martinez Leyva 

 

En febrero de este año, Netflix lanzó una de las películas más impactantes y que generaron una importante ola de opiniones e interpretaciones, principalmente por lo intrigante de la cinta, así como su excelente ejecución, ritmo y claustrofobia visual que provoca. La premisa es simple, pero suficientemente interesante como para cuestionar a la naturaleza misma del ser humano.

 

Se trata de una prisión vertical conocida como ‘El hoyo’ que consta de una serie desconocida de pisos, en cada piso hay dos personas y cada día baja una plataforma con comida, desde el piso 0 (es decir el más alto), hasta el más bajo, haciendo paradas en cada piso, por lo tanto, mientras más cerca se esté del piso 0, hay mucho más comida, y más abajo hay solo sobras o definitivamente nada. Aunado a esto, los prisioneros cambian de piso cada mes de manera aleatoria, haciendo que un mes puedan comer de todo en el piso 2, y el próximo puedan morir de hambre en el 200.

Las similitudes y referencias a cómo funcionan los niveles socioeconómicos en el sistema capitalista son obvias, los de arriba son inalcanzables porque son los de arriba, y los de abajo son basura porque son los de abajo, o así lo explican los personajes, haciendo clara referencia a los sistemas de repartición de riqueza que existen en el orden mundial. Aún así, es abierta a otras interpretaciones, como la del anarquismo que es el mismo que mantiene a todos los prisioneros sufriendo, aún cuando en varios puntos se plantea que si todos se organizaran, podrían sobrevivir sin problemas, sale a relucir la actitud egoísta del ser humano.

“El hombre es un lobo para el hombre” dijo Thomas Hobbes un filósofo del siglo XVII, que pensó sobre el origen de la sociedad, teniendo como base que el hombre por naturaleza es malo, y que necesita formar una sociedad para controlarse, aunque el resultado de enderezarse no es por juntarse con otros, si no por designar a un ente mayor que sea el encargado de vigilar y mantener a todos a raya, el ‘leviatán’. En el Hoyo, que es un lugar de pura anarquía, el intento de instaurar sociedad es imposible, aún cuando Goreng lo intenta varias veces, para ser rechazado. No es hasta el final, cuando buscan mandar un mensaje, que Goreng, junto a Baharat, toman el papel del ‘Leviatán’, es decir del Estado, y dan cuenta de un método para fundar una sociedad, abandonar la anarquía y sobrevivir. Todo a través del miedo y de un poder que les es otorgado.

El Hoyo es interesante porque explora a un grupo de personas de sociedad, que son puestas a prueba en un lugar primitivo, sin sociedad y sin reglas, experimentando la posibilidad, o no, de buscar un bien común, y definir si de verdad el hombre es un lobo para el hombre, o, como diría Rousseau, el hombre es bueno por naturaleza, y la sociedad es quién lo corrompe.

luis@cchfilmfest.com

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