HELLRAISER

Jose Luis Martinez Leyva 

 

A finales de los 80, Clive Barker, un joven autor, se proclamaba como el futuro del terror en la literatura, gracias a su fascinante creatividad, misma que él mismo plasmaba en sus propias ilustraciones de los monstruos que salían de su cabeza. Así mismo destacaba su mezcla terrorífica con constantes connotaciones sexuales y deseos humanos.

 

 

Después de un par de intentos fallidos por ver su trabajo plasmado en el cine, Barker decidió dirigir su propia adaptación de su novela The Hellbound Heart, lo que dio como resultado el clásico Hellraiser, una película que superaba al famoso slasher, que en 1987 ya era una formula fastidiosa e insípida que había sido explotada lo suficiente.

 

Hellraiser explora la historia de Frank, que en una búsqueda con fines sadomasoquistas, intenta alcanzar el placer extremo, y por accidente con un rompecabezas, termina abriendo una puerta al infierno, trayendo así a los cenobitas, que lo llevan con ellos. El espíritu de Frank, sin embargo puede resucitar, con la condición de que necesita alimentarse de la sangre de varias personas para recuperar su cuerpo poco a poco. Para esto recibe la ayuda de Julia, esposa de su hermano, y su amante. La historia, como se puede notar es incomoda, fuerte, explora continuamente el placer físico y lo cruza constantemente con el sexual, sin hacerlo de forma explicita.

 

De nuevo, esta película superó al Slasher convencional, dejando a un lado a la Scream queen convencional, y mejor enfrentándonos a los villanos como personajes principales. Este giro no sólo fue la que la convirtió en un filme exitoso, si no que también la vuelve vigente, a diferencia de muchos clásicos de terror, que actualmente se sienten anticuadas en momentos e incluso ridículas por la constante repetición de una formula que actualmente es autoparódica.  

 

Hellraiser se mantiene vigente, es cruda, violenta, e incomoda, su excelente montaje, en varias escenas, además, logra transportar al espectador a secuencias oníricas y hasta surrealistas, que provocan miedo por introducir un mundo e ideas que van más allá de nuestra propia comprensión. Hellraiser, su misterio, su violencia y los cenobitas fueron la formula perfecta para que Clive Barker dejara una huella imborrable en el cine del terror.

luis@cchfilmfest.com

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